martes, 1 de septiembre de 2009

EDGARD ALLAN POE


Tanto se ha escrito sobre E. A. Poe que se necesita una pluma ágil para renovar el interés por las características del artista y su obra. Pablo de Santis lo ha logrado en esta publicación de Ñ, ilustrada además, por una de las tantas maravillas de Sábat.

Me Parece: Pablo de Santis

"Suerte negra"

Baudelaire lo comparó con un reo que llevaba escrito en la frente: Suerte negra. Y Borges resumió su biografía: "Su vida fue breve y desdichada, si es que la desdicha puede ser breve".
No hay mayor monumento a la locura y el horror que la obra de Poe, pero esa vasta arquitectura fúnebre fue concebida en nombre de la razón. Los tres campos en los que domina de modo absoluto –el cuento policial, el relato de horror, la teoría sobre el cuento– señalan sus intenciones por ubicar la razón en el centro de la ficción. Poe inventó el policial, homenaje a la deducción, expuso el arte como método y expulsó a fantasmas y explicaciones sobrenaturales. Prefirió las aberraciones de la percepción y la conducta. Sus cuentos de horror tienen como centro la relación anómala entre lo vivo y lo muerto. Lo muerto que ocupa el lugar de lo vivo es la clave tanto de las supersticiones como de los clásicos del horror. Poe invirtió el esquema y puso a lo vivo en el lugar de lo muerto: así el entierro en vida se convierte en el horror primordial.
El cuento, tal como lo entendemos ahora, con su final sorpresivo, es un invento de Poe. El cuento es un género que comienza por el final.

1 comentarios:

dalma,eli y mica dijo...

jjaa esta ree bueno el
dibujo o pintura

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