¡Excelente! La ficción del relato nos permite objetivar situaciones traumáticas, ver con más claridad y cambiar lo que llamamos "realidad".
A veces los cuentos, a pesar de ser cuentos, se ajustan mucho a la realidad. Este es el caso de ELMER , una historia que encierra similitudes con los problemas de la sociedad y la causa saharaui.
A través del kamisibai fueron pasando una tras otra las páginas y las palabras, las ideas, los colores, las diferencias. Y llegó el final. Entonces, el silencio invadió el aula. De pronto, un alumno dijo:
-“Cuando yo iba a España, los españoles me veían y me trataban distinto por mi color como ELMER, aunque yo era un niño como los demás niños españoles”.
A partir de ese momento, todos querían participar en la conversación, era como si les hubieran quitado la venda de los ojos y de la boca.
Intervención tras intervención, los alumnos se iban introduciendo poco a poco en el terreno que nosotros habíamos programado: Derechos Humanos y Racismo. Y todo giró sobre un principio esencial: Todos en el aula éramos diferentes, pero todos teníamos los mismos derechos.
La alumnas se mostraron muy sensibilizadas con los temas sociales y, sobre todo, con los más directamente relacionados con las mujeres. Y asentían, casi al unísono, con un movimiento afirmativo de cabeza, cuando algo muy importante se decía en defensa de sus derechos.
Los alumnos, por su parte, tomaron posturas propias de pequeños guerreros.
Y así,envueltos en una más que fructuosa charla, fueron escribiendo derechos en papeles de colores que luego pegaban en un ELMER grande de cartulina, que habíamos colgado en la pizarra.
Les encantó la actividad y quedamos para un próximo día. Porque también debemos tratar los deberes que como seres humanos tenemos.
Esperamos tener la oportunidad de poder trabajarlo.
Candi y Alghailani
Ausserd, 14 de febrero.
Leído en Bubisher