Ilustración de Muji Neira
Necesitamos poemas, cuentos y toda la literatura posible en nuestras escuelas, no para subrayar ideas principales, sino para favorecer una educación sentimental. No para identificar moralejas, enseñanzas y valores sino para emprender esa antigua tarea del “conócete a ti mismo” y “conoce a los demás”. El reto fundamental de un maestro es el de acompañar a sus alumnos en esa tarea, creando, a la vez, un clima de introspección y unas condiciones de diálogo para que, alrededor de cada texto, puedan tejerse las voces, las experiencias y las particularidades de cada niño, de cada niña, de cada joven de carne y hueso, con su nombre y con su historia..
Yolanda Reyes
Bogotá Colombia
1 comentarios:
No podría estar mas de acuerdo. Cuando en las escuelas estoy con los profesores especialistas en lenguaje o profesor ordinario siempre les recuerdo que introduzcan vocabulario sobre sentimientos y emociones, sobre pensamientos y creencias personales... algunos lo hacen... Tambien planteo cuentos como Cosita Linda y otros para poder explicitar esto.
Sin la emoción, sin la búsqueda de uno mismo y su sentido no terminamos de construirnos del todo. Mis sordos lo tienen dificil, se habla poco con ellos, las familias no les cuentan sus propia historia, los maestros los quieren oir hablar, como papagayos..., no expresarse...Pero a lo largo de estos años he conseguido que algunos compañeros tengan la misma "manía" y aquí seguimos, a pié de obra. Besos estelares. Me ha encantado la entrada.
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