jueves, 30 de junio de 2011

LEER

Quienes leemos y escribimos casi siempre provenimos de una herida no cicatrizada o de una derrota no siempre bien resuelta; quienes leemos y escribimos no estamos conformes con el mundo que nos ha tocado vivir y, por ello, tratamos de encontrar las respuestas en nuestra soledad en medio de los libros, adentro de las páginas.

Alessandro Baricco


Leemos, en realidad, para leernos, para encontrarnos, para saber de qué va la cosa y para poder entender nuestras debilidades e insatisfacciones. 
                                                                  Juan Domingo Argüelles 

 Mejor lean el artículo completo porque voy a terminar por transcribirlo todo.
http://www.jornada.unam.mx/2009/01/18/sem-arguelles.html 

miércoles, 29 de junio de 2011

TESA GONZÁLEZ Y RICARDO GÓMEZ


La historia trata de una niña que trabaja en una fábrica de muñecas. Cuando es chiquita no sabe lo que está haciendo. Pero cuando crece se da cuenta que está fabricando muñecas que nunca podrá tener (entiéndase por muñecas tipo 'Barbie'. Y ahí está el punto de inflexión de la historia. El título encierra la inocencia que tenemos y lo irrefutable de los hechos reales. La historia está contada por una muñeca de trapo..

Tesa González

LEER

“En los libros recogí abundante material para hacer del mundo un lugar más habitable."

                                                            Michèle Petit

LEER

No leer, nada más, para acumular lecturas (así sean lecturas de grandes obras y de importantes autores), sino leer para que cada experiencia de lectura nos devuelva lo mejor de la existencia y nos haga sentir que la vida es maravillosa (aun con todos sus dolores, desdichas e inconvenientes) no sólo porque hay libros, sino porque esos libros no nos exigen apergaminarnos y encerrarnos en lo simplemente libresco; antes por el contrario nos prestan alas y libertad para salir a la fresca intemperie.

Juan Domingo Argüelles


(Otra vez gracias a Librosfera)

martes, 28 de junio de 2011

KVETA PACOVSKÁ








Visto en Kalandraka




Visto en TIPITIPI

Me encanta esta autora checa porque sus libros son creativos y alegres. Porque cumplió los 83 años dando un taller en Kalandraka, porque nos hace sentir felices y porque, y porque, y porque....

sábado, 25 de junio de 2011

JUEGO DE PALABRAS

FM 95.7 RADIO UNIVERSIDAD MAR DEL PLATA
Escuchanos entrando al sitio


http://www.mdp.edu.ar/sscenlaceradio.php


“JUEGO DE PALABRAS”
con la conducción y producción de
Estela Vega

¿ESTARÉ EXAGERANDO?

Visto en Librosfera

jueves, 23 de junio de 2011

PIENSO QUE

un texto literario nos impregna más allá de nuestros gustos personales. Quedan sedimentos. Como cuando el mar nos golpea y nos tira contra la conchilla. Nos guste o no salimos con energía, con sabor a sal y doloridos.

martes, 21 de junio de 2011

LLUVIA DE PALABRAS


“Text Rain” by Kyungduk Kim

Llueve en el alma seca de ternura,
entre las hojas pálidas del libro que naufraga
la pena, la espera, la alegría.
Se deslizan las gotas lacerantes sobre la piel de pergamino.
Se diluyen las letras, se combinan y
nuevos versos mecen
la penumbra.

maría junio 2011.

viernes, 17 de junio de 2011

ALGUIEN QUE CONOZCO BIEN


LE CHAT QUI LIT

Visto en Petit Papier Bleu

martes, 7 de junio de 2011

COLLAGE

Visto en Librosfera.http://librosfera.blogspot.com/2011/06/hollie.html
Cuando creemos que ya no hay nada nuevo por hacer...

lunes, 6 de junio de 2011

LEER NO ES UN PLACER FÁCIL

“Leer no es un placer fácil”

Entrevista a la bibliotecóloga Silvia Castrillón

La escritora, editora, librera y bibliotecóloga plantea que la promoción de la lectura es un problema político. Especialista en literatura infantil, señala que “la escuela y las sociedades han debilitado por completo la necesidad de pensar”.

Por Silvina Friera
Silvia Castrillón,  es una de las especialistas en literatura infantil que sigue peleando para que los colombianos tengan más y mejor acceso a la cultura del libro a través de las distintas instituciones por las que pasó, como la Asociación Colombiana para el Libro Infantil y Juvenil, Fundalectura y Asolectura, entre otras. De visita en Buenos Aires, donde participó de la Conferencia Editorial, un ciclo de charlas organizado por Opción Libros en la librería El Ateneo, esta mujer orquesta, escritora, editora y librera, simpática y tan jovial que no parece que tuviera 65 años, plantea que la promoción de la lectura es un problema político. “Tengo la necesidad de trabajar contra la injusticia y la inequidad que implica la falta de acceso a la lectura y a la cultura escrita”, dice Castrillón a PáginaI12.
“La lectura ya no es una manera de mirar la realidad. Antes se creía mucho más que la realidad se narraba a través de los libros. Ahora la forma de mirar la realidad es a través de otros medios”, advierte la especialista colombiana. “Se lee más, pero el sentido de la lectura se ha transformado muchísimo.”

–¿Cuál es el sentido de la lectura que prevalece en la escuela?

–El problema de la escuela es que casi todos los aprendizajes han perdido el sentido, por lo menos en Colombia. El sentido ahora es la evaluación, los estándares educativos, las pruebas. Son políticas educativas impuestas por el Banco Mundial que responden a un modelo de educación donde lo que se quiere es que la escuela forme trabajadores que puedan tener un desempeño laboral con éxito individual. Pero la sociedad no le ofrece trabajo y el éxito de uno implica el fracaso de muchos otros. En las escuelas, los niños preguntan: ¿Por qué tengo que aprender a leer y escribir? ¿Eso para qué me sirve, profe? En este momento los países están muy interesados en ver cómo se ubican en el ranking internacional. Los colombianos estamos siempre fijándonos si estamos primero que Argentina, y todo el mundo está trabajando alrededor de la evaluación y los estándares educativos; estándares, que como bien lo dice Emilia Ferreiro, implican homogeneización.

–Ante la pregunta para qué leer, ¿qué responde la escuela como institución y qué respondería usted?

–La escuela dice que hay que leer para cumplir con las normas y para alcanzar un diploma, aunque no sea garantía de trabajo. Cuando la escuela admite que hay que pensar de otra manera, propone una lectura lúdica, que los niños se interesen por la lectura mediante la consigna del placer, pero este concepto está desnaturalizando las prácticas de lectura y quitándoles el sentido que tienen. Leer es un placer, uno no lo puede negar, pero no es un placer fácil de alcanzar. Es un placer que también hay que construir y hay que invertir mucho esfuerzo tanto por parte de la escuela como parte de quien está aprendiendo. Lo que la escuela ofrece es un placer intrascendente, un placer que se agota en una actividad llamada lúdica entre comillas. Lo lúdico también se ha convertido en un derecho que exigen los niños. “Profe, es que usted no enseña de manera lúdica, nosotros tenemos derecho al placer.” Si no es por el lado de la evaluación, nos vamos por la respuesta de lo lúdico, pero eso tampoco permite crear condiciones para que el niño descubra cuál sería el sentido que puede tener la lectura en su vida. Para mí la lectura está asociada con necesidades del ser humano, que no son todas iguales, porque somos diferentes, pero tenemos la necesidad de aprender, de tener una experiencia estética, de comprender el mundo y de transformarlo. La respuesta estaría en tratar de crear las condiciones que permitan que los niños y jóvenes asocien la lectura y la escritura con una necesidad interna de ellos, no con una necesidad externa, impuesta. La escuela y las sociedades han debilitado por completo la necesidad de pensar. Lo que la escuela tiene que hacer es tratar de crear esas condiciones que permitan a los niños descubrir que leer es una necesidad. No es un lujo ni una obligación.

–¿La escuela está trabajando para crear esas condiciones?

–No, pero soy muy cauta porque la escuela es blanco de todos los problemas que tiene la sociedad. Si la sociedad pierde el sentido de la lectura, pues sí, a la escuela le toca recuperarlo, pero es una recuperación muy difícil porque a la escuela, que de por sí es una institución muy conservadora, le correspondería ir en contra de lo que la sociedad le está proponiendo. Ir contra la corriente es una pelea muy dura para la escuela. Pero hay muchos maestros lectores que tienen un compromiso ético con los niños. En este momento no creo que pueda haber grandes transformaciones educativas sino pequeños cambios impulsados por el maestro al interior de las aulas. Todavía creo en la utopía y me parece que los maestros están logrando pequeñas transformaciones.

–¿Por qué se promueve más la lectura y no tanto la escritura?

–Hablamos mucho de la lectura y poco de la escritura y eso también es una postura ideológica. La lectura también es producción, creación, pero está mucho más relacionada con el consumo de libros porque hay intereses económicos vinculados con un sector de la economía del mercado, que es el de la producción de libros. Además, se promueve más la lectura que la escritura porque la escritura es una forma de emancipación; la lectura también, pero la escritura más. Dar la palabra, expresarse a través de la escritura, es un paso más allá en la emancipación, es tener un pensamiento más libre. Muchas personas dicen que el maestro tiene que ser un ejemplo de escritor y de lector, pero esa idea de ser ejemplo estaría en desacuerdo con lo que pienso que es ser lector. El lector parte de la duda, de la ambigüedad, como dice Graciela Montes “parte del enigma y no de la consigna”, y si yo estoy mostrando como modelo y ejemplo al maestro no estoy creando las condiciones para que el niño dude también del maestro.

–Entregar libros es necesario, pero no suficiente; parece ingenuo pensar que los libros tienen alguna cualidad mágica que hace que sean leídos inmediatamente…

Las escuelas tienen que estar bien dotadas de libros, es muy importante que los gobiernos adquieran y distribuyan libros, que haya bibliotecas al servicio de la comunidad, y que las bibliotecas se construyan como proyectos de la comunidad. El libro por sí solo no alcanza, pero es necesario. Ahora muchos de los discursos educativos plantean que ya no es necesario el libro, que está siendo sustituido por las nuevas tecnologías. Alguien en Bogotá, que tiene un cargo muy importante dentro de la administración pública en educación, dijo: “Ya no leemos libros, buscamos la información en computadoras”. Ahí es donde yo digo que es necesario que los libros estén en las escuelas. Lo que me preocupa es que cuando uno dice que el libro no basta, puede tener muy buenas intenciones en decirlo, pero también detrás de eso puede estar la idea de que el libro es sustituible.

Tomado de “Página 12”

miércoles, 1 de junio de 2011

PRIMEROS LIBROS


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