No leer, nada más, para acumular lecturas (así sean lecturas de grandes obras y de importantes autores), sino leer para que cada experiencia de lectura nos devuelva lo mejor de la existencia y nos haga sentir que la vida es maravillosa (aun con todos sus dolores, desdichas e inconvenientes) no sólo porque hay libros, sino porque esos libros no nos exigen apergaminarnos y encerrarnos en lo simplemente libresco; antes por el contrario nos prestan alas y libertad para salir a la fresca intemperie.
Juan Domingo Argüelles
(Otra vez gracias a Librosfera)
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